En la tradición de los grandes directores cinematográficos contemporáneos la formación artística tiene un lugar fundamental para el desarrollo de su estilo. Si bien es cierto que hoy hay muchos cineastas que han aprendido los secretos del séptimo arte en escuelas y universidades el gremio sigue lleno de genios que provienen de otras disciplinas antes de volcarse en la creación de películas. Tal es el caso de la pintura que nos ha regalado directores tan notables como Akira Kurosawa, Peter Greenaway. Kim Ki Duk o Julian Schnabel. Entre estos artístas plásticos que filman está Bigas Luna y, uno de los principales razgos de su personalísimo estilo radica en su obsesión y cuidado meticuloso en el manejo de la luz y la composición. Las imágenes de la filmografía de Luna delatan su formación tanto como su lugar de nacimiento y sus obsesiones.
Pintor y diseñador de interiores antes que cineasta Luna expone por primera vez a finales de los 60s y alternará su trabajo con el pincel y la cámara a lo largo de toda su carrera. Así, sus primeros largometrajes Tatuaje, Bilbao y Caniche salpicarán de escándalo su obra plástica y sus exposiciones. Sus temas favoritos desde entonces serán el deseo, la mujer, la religión, la familia y las perversiones. Su cine es una revisión del voyeurismo y el sadismo llevando su estudio no sólo al nivel temático si no también al estético.
Pero si la pintura tendría influencia en el estilo de Bigas el simple hecho de nacer en España lo marcaría definitivamente. Sus temas, su universo y su iconografía son la personificación de lo ibérico, de lo español traducido en símbolos , ritos y señas de identidad. Goya, Murillo, Velásquez , el jamón, los toros, el machismo.
Su visión retrata el conflicto de lo tradicional con lo moderno . El destape sexual post franquista . El erotismo desbordado del cuerpo de la mujer voluptuosa y sus curvas. Senos y nalgas llenándolo todo. Pasión antes que razón. Cuerpo antes que alma.
Desde las Edades de Lulú hasta la Teta y la luna pasando por Jamón Jamón , Huevos de oro y Bámbola la geografía humana y el sexo juegan un papel preponderante en el imaginario de este genio catalán.
Un último apunte estilístico se impone para hablar de Bigas Luna. Son innegables sus detalles surrealistas y la presencia de dos grandes maestros de este movimiento de vanguardia en su obra :Dalí y Buñuel.
Desde el terreno de lo plástico hasta el de lo cinematográfico estos dos colosos se manifiestan constantemente en la filmografía de uno de sus admiradores más aventajados.